Las acciones subieron en Wall Street el martes, empujando al S&P 500 hacia su récord, ya que el jefe de la Reserva Federal dijo de nuevo que la inflación parece ser sólo un problema temporal para la economía y los mercados.
El S&P 500 subió 21,65, o un 0,5%, a 4.246,44 después de que los comentarios del presidente de la Fed, Jerome Powell, ayudaran a calmar aún más a los mercados, que se vieron sacudidos por el anuncio de la semana pasada de que la Fed ha comenzado a planear ofrecer eventualmente menos apoyo a la economía. El S&P 500 volvió a situarse a un 0,2% de su máximo histórico establecido hace dos lunes, después de caer hasta un 2,1%.
El Promedio Industrial Dow Jones ganó 68,61 puntos, o un 0,2%, hasta 33.945,58, y el Nasdaq compuesto subió 111,79, o un 0,8%, hasta 14.253,27.
Los índices empezaron el día mezclados, pero subieron de forma más convincente cuando Powell dijo en un subcomité del Congreso que el estallido de la inflación que afecta a la economía se limita sobre todo a las zonas acotadas por la escasez de suministros. Por ello, espera que la inflación, que alcanzó el 5% el mes pasado, se reduzca a medida que la economía vaya despertando.
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El bitcoin volvió a desplomarse brevemente: he aquí el motivo.
Señaló, en particular, el aumento de los precios de los coches de segunda mano, las tarifas aéreas y otras cosas en las que una nueva avalancha de dólares persigue una oferta limitada de bienes y servicios. Admitió que los aumentos de precios en esas áreas han sido mayores de lo que la Fed esperaba inicialmente, pero se mantuvo firme en calificarlos de temporales.
"Los datos que llegan son muy consistentes con la opinión de que estos son factores que disminuirán con el tiempo", dijo.
Si la Reserva Federal se equivoca, y si la inflación acaba siendo un problema duradero, esto obligaría al banco central a ser más agresivo a la hora de subir los tipos de interés más alto y más rápido desde sus mínimos históricos.
Los mercados se están acostumbrando a la idea de que la Fed haga algún movimiento. Durante más de un año, han disfrutado invirtiendo en modo fácil mientras los tipos superbajos apuntalaban los precios. Sin embargo, la semana pasada la Fed indicó que podría empezar a subir los tipos a corto plazo a finales de 2023, antes de lo previsto. También habló de relajar los programas destinados a mantener bajos los tipos a largo plazo.
Es probable que las operaciones sean más complicadas durante el verano, ya que los informes económicos pueden dar señales a veces contradictorias sobre la inflación y otros datos clave en medio de una economía en recuperación, dijo Katie Nixon, directora de inversiones de Northern Trust Wealth Management.
"Lo que los inversores van a tener que hacer es abrocharse el cinturón", dijo. "Los datos van a ser muy ruidosos; podríamos obtener algunas cifras que creen cierta ansiedad".
La clave, dijo, es mantener la calma y no reaccionar de forma exagerada ante una sola señal o dato.
Los mercados están cerca de sus récords, pero eso ha enmascarado mucha agitación bajo la superficie desde el anuncio de la Fed de la semana pasada.
El movimiento inicial del mercado fue de bajada de las acciones y de subida de los rendimientos de los bonos. Pero la reacción se ha difuminado a medida que los inversores se centran más en la afirmación de la Fed de que aún tiene previsto mantener su apoyo a los mercados durante un tiempo.
Por ejemplo, los rendimientos de los bonos del Tesoro a largo plazo han retrocedido tras su repunte inicial. El rendimiento a 10 años bajó al 1,46% desde el 1,48% del lunes.
Los rendimientos a corto plazo, que se mueven más en función de las expectativas de los movimientos de la Fed sobre el tipo de los fondos federales, también han retrocedido un poco. El rendimiento del Tesoro a dos años volvió a caer al 0,22% desde el 0,27% del lunes, pero sigue estando muy por encima del nivel del 0,16% de antes de la reunión de la Fed.
En el mercado bursátil, las empresas cuyos beneficios más necesitan un fortalecimiento de la economía para prosperar han oscilado entre las que se han visto favorecidas. Han intercambiado posiciones con los valores de las grandes tecnológicas y otros ganadores de la pandemia, que han parecido capaces de crecer casi sin importar la economía.
GameStop subió un 10% después de que la empresa dijera que había recaudado 1.100 millones de dólares tras vender 5 millones de nuevas acciones a los inversores. La empresa cautivó a Wall Street a principios de este año, después de que un grupo de inversores con poco dinero se amontonara en ella y enviara su precio muy por encima de lo que los analistas profesionales consideraban razonable.
Los minoristas y las empresas tecnológicas también se mostraron especialmente fuertes. Las ganancias de Apple, Amazon y Microsoft, que subieron al menos un 1,1%, fueron los principales motivos de la subida del S&P 500.
En cuanto a las criptomonedas, los precios siguieron oscilando con fuerza después de que los bancos chinos dijeran que iban a intensificar la aplicación de una prohibición gubernamental.
El bitcoin cotizaba a poco menos de 33.000 dólares, según Coindesk. A primera hora del día, cayó por debajo de los 30.000 dólares, más o menos donde empezó el año, tras reducirse a más de la mitad desde su máximo de 64.829,14 dólares en abril.
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